Me habÃa olvidado del placer de la escritura, de la lectura
y todo lo demás. Ser estudiante es un desatinado debate junto al estrés, la
amargura; contra la libertad.
No habÃa hecho otra cosa que memorizar las lecciones; repetirlas
y repetirlas hasta que se apropiaban a mi cabeza. No habÃa hecho otra cosa más
que desarrollar los quehaceres y actividades académicas. Pero, qué pasa consigo
mismo, qué pasa con el abandono y el descuido nuestro... El aprendizaje nos domina,
el interés futurista nos tortura y el presente nos esclaviza.
Debemos pretender ser astutos a la hora de agobiarnos en el
estrés universitario. Pensar con exactitud cada tarea asignada para el dÃa, ser
participes centrales del acomodo y el cumplimiento de cada tarea propuesta. Seguir
un orden para asà conseguir el objetivo y por supuesto la tranquilidad.
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¿Somos personas o somos maquinas de la innovación y el
constante cambio? Debemos buscar una respuesta a esta altura de la vida, somos jóvenes
y no tenemos razones para pensar que probablemente seremos una tortura en el interés
futurista.