No podÃa soportar sentirme de esa manera, digo, era incapaz
de hacer lo habitual, era incapaz de lograr la monotonÃa.
Mi mente en blanco se apoderaba de mi, realmente todo
perecÃa una ilusión, un espejismo. Me
dirigà a la cocina, precisamente a buscar mi contenido diario, las
antidepresivas eran como mi “poder vivir” sin ellas no tenÃa dÃas.
Abrà el contenido sin que nadie escuchara, de tal manera que
las ingerà en tiempo record.
-¿Qué estás haciendo?- escuche un ligero susurro al extremo
de la cocina, era Zayn.
-nada…
Frunció su ceño por mi cruel respuesta. No presto tanta
atención y siguió su camino. Por un momento sentà el peso de todo el universo
en mis hombros.
Luego de unos veinte minutos, si soy precisa, decidà llamar
a Niall; nada más deseaba no estar sola en ese moribundo momento.
-dime en que te puedo ayudar, Alicia- dijo Niall muy
animado.
-puedes acompañarme a mi habitación- dije un poco fuera de
lugar.
-claro- dijo Niall un poco confundido.
Entramos a mi habitación lentamente como si entráramos a un
bosque lleno de asesinos o muertos que nos quisieran matar y sacar los ojos.
-¿Por qué quieres que te acompañe? Nada malo te pasara- dijo
un tanto seguro.
-si te quedas nada malo me pasara- dije un poco atontada y
con mis ojos entrecerrados.
Le desabroche su
camisa y la quite de mi vista, él solo me miraba y no decÃa palabra. Desabroche
su cremallera y quite su blue jean, su cara se torno confusa, no podÃa
descifrar cual era su estado precisamente.
Su mirada estaba fija en mÃ, me sentà extraña de saberlo,
pero me acerque sin problema.
-te quiero- le susurre al oÃdo.
-yo más- me respondió con un hilo de voz.
Lo acosté en la cama, suavemente me deslice sobre él; él me
sonrió de una manera inexplicable, no me contuve y se lo mostrándoselo con un
beso, el me sujetó de modo que quede encerrada en sus brazos; me sentà cómoda y
protegida, sentÃa que nada malo me pasarÃa, justo como él lo habÃa dicho.
-¿puedes por favor besarme toda la noche?- dijo acariciando
mi adormecida cara.
-lo haré siempre si lo deseas- dije como si estuviera a
punto de morir.
Su mirada no tenÃa distractor, yo era su principal, la que
capturaba esos azules y prestigiados ojos llenos de intriga.
-¿Por qué me miras tanto Niall?
-porque no hay nada más bello que ver cómo te duermes en mÃ
pecho.
-espero no despertar mañana y olvidarlo todo- dije con mi vos entrecortada.
-no lo harás, no es un sueño, recuerda que te amo y nada en
el mundo lo podrá borrar de tu mente- dijo casi reclamando.
-¿podrás luchar contra mi enfermedad?- dije tratando de
acabar con aquello.
-y ¿podrás tu luchar contra esas estúpidas pastillas?- dijo
alterado.
Quede en silencio. Contuve mis ganas de llorar, mi garganta
lucho en ese momento, sentir ese nudo que te ahoga es difÃcil. Poro lo logre.
Baje mi mirada y quede paralizada analizando el tono de voz con que me habÃa
dicho aquello.
-por favor perdóname, sabes, realmente te amo y no quiero
que mañana me veas cómo casi un desconocido - dijo echándose a llorar.
-¿y piensas que yo
quiero eso? Y saber que habré dicho esto todos los dÃas…- dije decepcionada.
-tenemos la misma discusión cada dÃa, y sabes, cada dÃa
estoy más enamorado de ti, cada dÃa me agrada mas estar junto a ti.
-entonces, ¿siempre me gustas por primera vez?
-sà …
-¿estoy loca?- dije interrumpiendo.
-no lo estas, estas más hermosa que siempre.
-¿Ã³sea que mañana haré lo mismo que hoy?- dije con un hilo
de voz.
-me temo que sÃ, pero sabes cuál es la ventaja.
-¿Cuál?- pregunte como si fuera una chiquilla queriendo
saber de todo.
- que todos los dÃas tengo la tarea de enamorarte mas, y de
luchar contra tu desquiciada enfermedad.
-¿Por qué solo me acuerdo que estoy enferma, de Zayn y de
ti?
-quisiera responder eso, pero ahora es nuestro momento, no
lo dejemos ir.
-pero mañana podrás vivirlo de nuevo- me eche a llorar esta
vez, no lo soporte.
Cogió mi cara suavemente y puso sus labios sobre los mÃos, y
luego dijo: pero es como si fuese la primera vez, la hermosa e inesperada
primera vez.
-¿no te aburres de mi olvido y de mi?
-cuando te parece hermoso algo, nunca te aburres de decir
que es hermoso.
-no soy hermosa.
-lo eres. Te diré algo que siempre te digo. Amo tu olvido,
amo tu recuerdo de mi, amo este momento repetible de cada dÃa y amo esta
sonrisa que me dedicaras en un minuto.
Sonreà de una manera que jamás pensé que sonreirÃa, justo
como él lo habÃa dicho y deje aquella estúpida discusión atrás, y me concentre
en sus ojos, pensé en lo que harÃa mañana, sin pensar y saber que hare lo
mismo, pero no le di importancia y devolvà aquel beso que él habÃa iniciado y
prometà darle uno mejor mañana, a pesar que será el mismo.