Un cambio
“Esta
semana he despertado con una ligera presión en el pecho, con un sentimiento. Es
tan extraño que no me imaginé prestarle tanta atención como ahora lo estoy
haciendo. Tal vez son preocupaciones, el cambio de pasar de ser una estudiante
a alguien sin un propósito aun, con tantas cosas en mentes, con un desorden de
ideas que a menudo me atormentan sin avisar.
Es
complicado salir de la rutina, del confort. Es difícil imaginar un nuevo rumbo
el cual planeaste sin pensar en los obstáculos; donde todo sería sencillo, pero
no lo ha sido. Y es entonces cuando tus sentimientos colapsan sin temor a dañarte,
cuando piensas en todas las malas y buenas posibilidades sin tener un
equilibrio. Donde sientes decaer y derrumbarte sin ayuda alguna, y luego piensas
si serás capaz o no.
Jamás
imaginé lo difícil que sería hacer un cambio; dejar de ser quien estaba
acostumbrada. Es como gritar sin que alguien escuche, pero luego te sientes
bien sin darte cuenta, de la nada. Sientes que todo estará bien y que serás
capaz de todo, sepas o no hacerlo. Te sientes segura y confiada, y eso está
bien.
Pero
¿Y si vuelve a aparecer este sentimiento que me ha martirizado todo este
tiempo? ¿Y si el miedo no desaparece, qué va a pasar conmigo? ¿Todo va a estar
bien? ¿Es tan complicado? Dios.
Y si,
solamente me convenzo de que nada pasa y dejo este absurdo sentimiento atrás.
Y si solo me miro al espejo y me digo a mi misma que “todo esto es bueno” “adelante”
“que no te preocupes” porque, recuerdo que alguien una vez me dijo que la
inteligencia es la capacidad de adaptarse al cambio, y yo sé que soy capaz. De todo.”
-Mizu
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